Jesús López-Torres Hidalgo Médico de Familia, Centro de Salud Zona VIII, Albacete Profesor Asociado de Medicina Preventiva y Salud Pública Universidad de Castilla-La Mancha Las publicaciones de acceso abierto (open access) son revistas disponibles en línea para el lector, sin barreras económicas ni legales, y constituyen un fenómeno creciente durante los últimos años. En febrero de 2002 en Budapest1 se redactó la primera declaración institucional (Budapest Open Access Initiative) en la que se definió el concepto de acceso abierto y las vías para alcanzarlo: la “vía dorada” (golden route) para la publicación en revistas de acceso abierto y la “vía verde” (green route) para el autoarchivo de los artículos en repositorios institucionales después de su publicación en revistas. Posteriormente la Declaración de Bethesda2 (2003) y la Declaración de Berlín3 (2003) asumieron la declaración anterior y ratificaron este paradigma para la literatura científica. El movimiento de acceso abierto emerge de la crisis en los costes de las publicaciones impresas, como reacción a la desproporcionada subida de precios de las revistas científicas en las pasadas décadas, y sobre todo de las oportunidades de acceso ofrecidas por Internet. Así, casi la mitad de los artículos publicados entre 2004 y 2011 en los países de la Comunidad Europea, Estados Unidos, Canadá, Japón y Brasil estaban disponibles en acceso abierto en 20134. En cuanto a la producción científica mundial, alrededor de la cuarta parte de la misma ya está en acceso abierto y crece cada día. Muchas revistas de la “vía dorada” cobran a los autores o a sus instituciones unas tasas de publicación conocidas como “tasas de procesamiento de artículos” (article processing charge) y este sistema de pago por autor (autor pay model o author side fee model) ha sido adoptado tanto por editoriales comerciales, como es el caso de Biomed Central, como por editoriales sin ánimo de lucro, como por ejemplo Public Library of Science (PLos). Dentro de esta “vía dorada” también hay revistas que están subvencionadas al 100 % por instituciones académicas, sociedades científicas, etc. y que no cobran por publicar (algunos llaman a esto “vía platino”), pero en general las revistas en acceso abierto requieren un pago por parte del autor y suelen estar financiadas por el dinero que, para realizar investigación, pone a disposición de los investigadores una institución pública o privada, o bien a partir de una beca de investigación concedida por algún organismo de financiación. Por otra parte, también existen las revistas híbridas, que siguen financiándose por las suscripciones, pero ofrecen la llamada opción abierta (open choice), de manera que los autores pueden liberar sus artículos individuales pagando una cantidad5. Acceso abierto no implica (o no debería implicar) una menor calidad de los artículos publicados, ya que la selección de estos debe basarse en la revisión por pares y, de hecho, cada vez son más las revistas en acceso abierto que cuentan con elevados índices de calidad. No obstante, el acceso abierto es un tema discutido entre investigadores, editores comerciales y editores de sociedades científicas. Hay un desacuerdo considerable sobre el propio concepto de acceso abierto, junto con mucho debate y discusión sobre los aspectos económicos de su financiación. Las revistas de acceso abierto necesitan una fuente de financiación y puede parecer obvio que la fuente deben ser los propios autores. El autor investiga y obtiene resultados, pero, como la investigación no finaliza hasta que no se publica, también escribe el artículo, lo formatea según las normas de la revista, atiende las sugerencias del editor y de los evaluadores anónimos y, por último, paga todos los gastos una vez que el artículo ha sido aceptado tras una revisión por pares. Es menos obvio que deba pagar el autor si se tiene en cuenta que actualmente los investigadores reciben poco dinero para financiar sus proyectos de investigación y que este sistema detrae dinero de la investigación para poder publicar. Entre las ventajas de “pagar por publicar” se menciona el acceso de la información para todos, convirtiendo el conocimiento científico en un bien común6 y rindiendo cuentas a la sociedad sobre los recursos utilizados en la investigación4. Parece pues razonable que los resultados de las investigaciones financiadas con fondos públicos estén al alcance de cualquier usuario y que el público en general tenga la oportunidad de acceder a ellos como contribuyentes que los han financiado a través del pago de impuestos, sin olvidar a los pacientes, los cuales pueden mantenerse al día de la investigación médica. En este sentido, la Unión Europea obliga a publicar en abierto a partir de 2014 todos los artículos realizados con financiación del Programa Horizonte 2020. También, mediante el acceso abierto, los autores observan que sus artículos son más leídos y más citados. Otra ventaja es la rapidez del proceso editorial, reduciéndose en unos meses la publicación del artículo. Entre los inconvenientes de esta modalidad hay que señalar el coste elevado de las publicaciones, el cual puede conducir a una desigualdad en cuanto a posibilidades de publicación y discriminar a investigadores de países en desarrollo, a investigadores en campos que no atraen el apoyo financiero y a jóvenes investigadores que no tienen los medios para pagar por la publicación7. Aunque solo en ocasiones es el autor el que paga de su propio bolsillo las tasas de publicación, siendo más habitual que sea la institución, la agencia financiadora o algún patrocinador quien lo haga, hay que tener en cuenta que no toda la investigación cuenta con financiación, especialmente en algunos ámbitos como por ejemplo el de Medicina de Familia. La investigación no financiada representa el 25 % de los artículos en las principales revistas médicas publicadas en inglés8, aunque esta cifra es superior en nuestro país y desde luego en nuestra especialidad. Pagar por publicar podría contribuir a inhibir aún más la investigación no financiada y paradójicamente esta modalidad, aunque mejora el acceso a los conocimientos médicos, podría contribuir a restringir su producción por limitaciones económicas9. Otro inconveniente es que podrían plantearse procesos editoriales poco éticos por parte de algunas revistas, como no asegurar una revisión de calidad por pares anónimos. Una revista con poca afluencia de originales podría verse forzada a aceptar algunos artículos de menor calidad para poder sobrevivir6. También, aunque el modelo en sí mismo no tiene por qué disminuir el rigor científico en la selección de los artículos, podría implicar un conflicto de intereses derivado del incentivo de publicar más y rechazar menos artículos. Dado que la publicación en internet no tiene en la práctica límites físicos para la publicación de manuscritos, podría haber una tendencia a una mayor aceptación de trabajos para incrementar los ingresos. El acceso abierto no debe perder su credibilidad en estos momentos de auge y para ello los lectores deberán estar convencidos de que este modelo ofrece publicaciones de calidad que siguen una adecuada revisión por pares10. Aún no parecen estar resueltos aspectos como la cantidad que debe pagar el autor o si debe hacerlo este, la institución a la que pertenece o, en su caso, la agencia que financia la investigación. Actualmente los precios pueden oscilar aproximadamente entre 500 y 2.500 euros por artículo, correspondiendo los más elevados a revistas de editoriales internacionales con alto factor de impacto y siendo aún más elevados cuando se trata de revistas híbridas11. Al respecto debería tenerse más en cuenta la opinión de los científicos sobre este modelo de financiación y es oportuno señalar los resultados de algunos estudios realizados con esta finalidad, tanto en España como en otros países, en los que se comprueba que la mayoría de los investigadores no son partidarios de esta modalidad y reconocen que la falta de ayudas a la investigación es la razón principal para no poder hacer frente a los pagos exigidos por las editoriales9,12,13. Hemos de tener en cuenta además que la comunidad científica se encuentra bajo una gran presión para publicar y que, a pesar de la tendencia creciente de las revistas de acceso abierto de enviar invitaciones a los investigadores para presentar manuscritos, hay unas altas tasas de rechazo en muchas de ellas14. El currículum de un investigador es evaluado de acuerdo a la cantidad y a la calidad de su producción científica. Actualmente, dicha calidad principalmente se mide en función del impacto que generan en la comunidad científica las revistas donde los artículos son publicados. La cuestión está en cuánto están dispuestos a pagar los autores por el servicio que reciben. Probablemente, si tenemos en cuenta que la mayoría de las revistas de acceso abierto operan exclusivamente on line, lo que elimina los gastos de impresión y distribución, y que los revisores de los artículos no perciben remuneración económica por su trabajo, los precios actuales podrían ser considerados por la mayoría demasiado elevados. Tal vez el acceso abierto constituya un buen negocio para las editoriales, pero aún se plantean dudas en cuanto a los beneficios e inconvenientes de este modelo para los autores. Probablemente dentro de unos años todos los estudios científicos subvencionados con dinero público deberán publicarse en acceso abierto, pero entre editoriales y centros de investigación deberá negociarse un precio justo por publicar acorde con el producto recibido. También será necesaria la buena voluntad de las instituciones para permitir que sus fondos se utilicen para este propósito, siendo esta una buena forma de incentivar la investigación en cada una de ellas. Por último, hay que resaltar el esfuerzo de algunas sociedades científicas, como la Sociedad Castellano-Manchega de Medicina de Familia y Comunitaria (SCAMFYC), que financian publicaciones de acceso abierto, como Revista Clínica de Medicina de Familia, sin que los autores tengan que “pagar por publicar”. BIBLIOGRAFÍA - Budapest Open Access Initiative. 2002 [consultado 03 Sep 2015]. Disponible en: http://www.budapestopenaccessinitiative.org/.
- Bethesda Statement on Open Access Publishing. 2003 [consultado 03 Sep 2015]. Disponible en: http://www.earlham.edu/~peters/fos/bethesda.htm.
- Berlin Declaration on Open Access to Knowledge in the Sciences and Humanities. 2003 [consultado 03 Sep 2015]. Disponible en: http://openaccess.mpg.de/Berlin-Declaration.
- ¿Cuánto cuesta publicar en acceso abierto? SciELO en Perspectiva. 2013 [consultado 04 Sep 2015]. Disponible en: http://blog.scielo.org/es/2013/09/18/cuanto-cuesta-publicar-en-acceso-abierto/.
- Björk BC, Solomon D J. Developing an effective market for open access article processing charges. 2014 [consultado 04 Sep 2015]. Disponible en: http://www.wellcome.ac.uk/About-us/Policy/Spotlight-issues/Open-access/Guides/WTP054773.htm.
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