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Rev Clin Med Fam. Vol. 10. Núm. 1 - 01 de febrero 2017
Originales
Aplicación del listado MARC a pacientes polimedicados de un Centro de Salud

 

 

 

Pedro Domínguez Sánchez-Migallón

 

 

Centro de Salud de Manzanares II.

Gerencia de Atención Integrada de Manzanares.

 

Correspondencia: Pedro Domínguez Sánchez-Migallón.

Centro de Salud de Manzanares II.

C/ Doctor Fleming, 25. 13200. Manzanares (Ciudad Real). España.

Gerencia de Atención Integrada de Manzanares.

Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM).

Correo electrónico: pedrodomsan@gmail.com

 

Recibido el 24 de junio de 2016. Aceptado para su publicación el 15 de octubre de 2016.

 

Este estudio fue presentado como comunicación oral en las IV Jornadas de Investigación en Atención Primaria de Castilla-La Mancha, celebradas en Ciudad Real, durante los días 22 y 23 de abril de 2016.

 


RESUMEN

 

Objetivo: Conocer el uso de los medicamentos del Listado MARC (Medicamentos de Alto Riesgo en el Paciente Crónico) en los pacientes polimedicados del Centro de Salud.

 

Diseño: Estudio descriptivo observacional de carácter transversal sobre historias clínicas.

 

Emplazamiento: Centro de Salud de Manzanares II (Ciudad Real).

 

Participantes: 266 pacientes polimedicados (≥6 medicamentos) seleccionados por muestreo aleatorio sistemático.

 

Mediciones Principales: Edad, sexo, factores de riesgo cardiovascular, número de fármacos (listado del SESCAM), enfermedades crónicas, fármacos activos ≥ 3 meses reflejados en historia clínica electrónica y prescripción de medicamentos incluidos en el listado MARC.

 

Resultados: El 96,3 % (IC 95 % 93,2-98,2) de los pacientes polimedicados tomaban medicamentos incluidos en el listado MARC. El número medio de fármacos del listado fue de 2,42 (DE:1,26) (sin diferencias entre sexos). Los más utilizados fueron antiagregantes (53 %), benzodiacepinas (45,1 %), hipoglucemiantes (28,9 %), beta bloqueantes (28,2 %), diuréticos del asa (23,3 %) y opioides (17,3 %), mostrando diferencias entre sexos en el consumo de antiagregantes (p<0,01), benzodiazepinas (p<0,05) y opioides (p<0,01). En los pacientes pluripatológicos existieron diferencias entre sexos en el consumo de diuréticos del asa (p<0,001), anticoagulantes (p<0,01) y AINEs (p<0,05).

 

Conclusiones: La gran mayoría de los pacientes polimedicados toman medicamentos incluidos en el listado MARC. Es aconsejable la realización de un adecuado seguimiento farmacológico de los pacientes crónicos y/o pluripatológicos.

 

PALABRAS CLAVE: Seguridad del Paciente. Seguridad del Medicamento. Polimedicación.

 


ABSTRACT

 

Application of the HAMC list to patients with polypharmacy in a primary healthcare center

 

Objective: To know the use of drugs included in the HAMC List (High-Alert Medications for patients with Chronic illnesses) in polypharmacy patients of a Health Center.

 

Design: Descriptive, observational cross-sectional study using medical records.

 

Location: Primary Healthcare Centre Manzanares II (Ciudad Real).

 

Participants: 266 patients with polypharmacy (≥6 drugs) of both sexes from the Health Area, selected by systematic sampling.

 

Main measures: Age, sex, cardiovascular risk factors, number of drugs (listed by SESCAM), chronic diseases, active drugs (≥ 3 months) reflected in the electronic medical history, and prescription of drugs included in the HAMC list.

 

Results: 96,3% (CI 95 % 93.2-98.2 %) of polypharmacy patients take drugs on the HAMC list. The average number of HAMC list drugs is 2.42 (± 1.26) (without differences between sexes). The most widely used are antiplatelet agents (53 %), benzodiazepines (45.1 %), hypoglycemic agents (28.9 %), beta blockers (28.2 %), loop diuretics (2.3 %) and opioids (17.3 %), with gender differences in antiplatelet agents (p<0.01), benzodiazepines (p<0.05) and opioids (p<0.01). In pluripathology patients there are gender differences in the use of loop diuretics (p<0.001), anticoagulants (p <0.01) and NSAIDs (p <0.05).

 

Conclusions: The majority of polypharmacy patients take drugs included in the HAMC List. It is advisable to carry out a proper drug monitoring of chronic and/or pluripathology patients.

 

KEY WORDS: Patient Safety. Drug Safety. Polypharmacy.

 


INTRODUCCIÓN

 

La seguridad del paciente es un problema de salud pública relevante que ocupa desde hace más de una década a las organizaciones sanitarias. De diversos estudios es conocido que el 37,4 %, estudio ENEAS1, de los efectos adversos en el medio hospitalario y 47,8 % en Atención Primaria, estudio  APEAS2, están relacionados con la medicación. Por otro lado, diversas organizaciones internacionales (AHRQ: Agency for Healthcare Research and Quality3; National Quality Forum4; JC: Joint Commission5; OMS: Organizacion Mundial de la Salud6) incluyen entre las prácticas seguras recomendadas la atención a la medicación de alto riesgo y la conciliación de la medicación en las transiciones asistenciales.

 

Recientemente ha sido publicado el "Proyecto MARC. Elaboración de una lista de medicamentos de alto riesgo para los pacientes crónicos. Informe 2014”7, en el cual un panel de expertos mediante el método de adecuación RAND/UCLA8,9, que combina la evidencia disponible con la opinión de expertos, ha consensuado un listado de catorce grupos terapéuticos y cuatro medicamentos específicos que tienen un elevado riesgo de efectos adversos cuando se producen errores en su utilización en los pacientes crónicos. Ello no implica que los errores con estos medicamentos sean más frecuentes, sino que en caso de que ocurran, las consecuencias suelen ser más graves10, especialmente en pacientes crónicos y/o pluripatológicos.

 

Los grupos terapéuticos incluidos en el listado MARC son: antiagregantes (incluido ácido acetilsalicílico), anticoagulantes, antiepilépticos de estrecho margen (carbamacepina, fenitoína, ácido valproico), antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), antipsicóticos, benzodiacepinas (incluido zolpidem), betabloqueantes, citostáticos, corticoides, diuréticos del asa, hipoglucemiantes, inmunosupresores, insulina, opioides. También se incluyen medicamentos específicos que son amiodarona/ dronedarona, digoxina, espironolactona/eplerenona y metotrexate (en uso no oncológico). El listado MARC (Medicamentos de Alto Riesgo en el Paciente Crónico) es una herramienta útil para conocer los fármacos de alto riesgo, que permite verificar la adecuación terapéutica y puede ser considerado como un método explícito11 (criterios establecidos que se basan en aspectos relativos a la patología y al fármaco) y puede utilizarse sin contar con la presencia del paciente.

 

Además el objetivo trece de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud12 aconseja “Optimizar la terapia farmacológica en los pacientes con tratamientos crónicos, con especial atención a los pacientes polimedicados”, entendiendo por tal al que tome seis o más principios activos distintos de manera crónica13. Por otro lado, la presencia de dos o más enfermedades crónicas de las incluidas en el trabajo de García-Morillo et al14, clasifican al paciente como pluripatológico. Dichas enfermedades están clasificadas en ocho categorías (de A a H) incluyendo las áreas cardiovascular, pulmonar, metabólica, neurológica, renal, digestiva, onco-hematológica y osteomuscular.

 

Se establece como objetivo principal del estudio conocer el porcentaje de uso durante tres o más meses de los medicamentos incluidos en el listado MARC en los pacientes polimedicados del Centro de Salud, y como objetivo secundario valorar si hay diferencias en el uso de estos medicamentos en los pacientes pluripatológicos respecto a los que no lo son.

 

 

MATERIAL Y MÉTODOS

 

Se trata de un estudio observacional, descriptivo y transversal, realizado en el ámbito de la Atención Primaria (Centro de Salud Manzanares II). Se revisaron los datos de las historias clínicas electrónicas de los pacientes polimedicados, identificados como tales en el listado facilitado por el SESCAM (Servicio de Salud de Castilla-La Mancha) y en los que se ha verificado la existencia de la prescripción de los medicamentos incluidos en el listado MARC. El periodo de estudio ha sido del 1 de octubre al 30 de noviembre de 2015. El tamaño muestral necesario se estimó en 257 sujetos y se calculó considerando una proporción de sujetos con al menos seis problemas de salud de carácter crónico del 40 % (nivel de confianza del 95 % y precisión ± 6 %).

 

La selección de los pacientes se realizó por muestreo sistemático sobre el listado de pacientes polimedicados de cada uno de los cupos médicos. Se incluyeron pacientes mayores de 18 años que consumían seis o más fármacos durante un mínimo de 3 meses. Se han excluido del análisis los desplazados temporales y los fallecidos en el momento del estudio, siendo reemplazados por el siguiente en el listado. De cada paciente seleccionado se rellenó una hoja de recogida de datos diseñada a tal efecto, anotando edad, sexo, presencia de factores de riesgo vascular (hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, dislipemia, tabaquismo y obesidad), número de fármacos (según listado del SESCAM), fármacos activos (durante tres o más meses), medicamentos incluidos en el listado MARC, presencia de enfermedades crónicas, presencia de pluripatología (padecer dos o más de las enfermedades descritas en el estudio de García Morillo et al14).

 

Respecto al análisis estadístico, se realizó una descripción de las características de los sujetos de la muestra (mediante proporciones, medidas de tendencia central y medidas de dispersión) con sus correspondientes intervalos de confianza (IC) del 95 %. Para estudiar la asociación entre variables se recurrió a pruebas de independencia para comparar proporciones (chi-cuadrado) y pruebas de comparación de medias en grupos independientes (t-Student). Este análisis fue realizado mediante el programa estadístico G.STAT 2.0.

 

 

RESULTADOS

 

Se han seleccionado 266 pacientes (99 varones y 167 mujeres). Fueron excluidas un total de seis historias clínicas (cinco por tratarse de historias de fallecidos y una por corresponder a un sujeto desplazado temporal) en el momento de la recogida de datos. En la Tabla 1 mostramos las características de los participantes en función del sexo. Se observaron diferencias estadísticamente significativas entre hombres y mujeres respecto al hábito tabáquico (10,1 % frente a 3,6 %; p<0,05, respectivamente), presencia de pluripatología (37,4% frente a 21 %; p<0,01, respectivamente) y el porcentaje de pacientes con un fármaco del listado MARC (31,3 % frente a 17,4%; p<0,01, respectivamente).

 

 

 

El número medio de fármacos incluidos en el listado MARC fue significativamente superior en los pacientes pluripatológicos que en los no pluripatológicos (2,79 frente a 2,28; p<0,01). También fue mayor el número medio de medicamentos consumidos según el listado del SESCAM (9,75 frente a 8,25; p<0,01). Aunque los inhibidores de la bomba de protones no están incluidos en el listado MARC, un 79,7 % (IC 95 %: 74,4-84,4) de pacientes los tomaron, sin mostrar diferencias entre sexos.

 

Los fármacos más frecuentemente empleados fueron (Figura 1): antiagregantes (53 %), benzodiacepinas (45,1 %), hipoglucemiantes orales (28,9 %), betabloqueantes (28,2%), diuréticos del asa (23,3 %), opioides (17,3 %) y AINEs (12,0 %). Estos siete grupos de fármacos suponían aproximadamente el 80 % de las prescripciones. El consumo de antiagregantes fue significativamente superior en varones (63,6 % frente a 46,7 %, p<0,001), mientras que se observó mayor consumo en las mujeres de benzodiacepinas (50,3 % frente a 36,3 %, p<0,005), los opioides (22,2 % frente a 9,1%, p<0,01). No se observó diferencia entre sexos respecto al consumo de anticoagulantes e insulina.

 

 

 

En los pacientes pluripatológicos la edad media fue significativamente superior que en los no pluripatológicos (79,6 frente a 70,5; p<0,001). Las patologías más frecuentes fueron: cardiopatía isquémica (14,3 %; IC 95%: 10,3 - 19,1) enfermedad renal crónica (13,9 %; IC 95 %: 10,0 - 18,6), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (10,5 %; IC 95 %: 7,1 - 14,8), deterioro cognitivo (7,5 %; IC 95 %; 4,6 - 11,3) y enfermedad osteomuscular (7,1 %; IC 95 %: 4,4 - 10,9) y arteriopatía periférica (5,3 %; IC 95 %: 2,9 - 8,7). La fibrilación auricular, aunque no se incluye como tal en la definición de paciente pluripatológico, mostró una prevalencia del 8,6 % (IC 95 %: 5,6 - 12,6) en los pacientes polimedicados de este estudio.

 

En la figura 2, mostramos los porcentajes de uso de los MARC. Se observó un consumo superior en los sujetos plutipatológicos que en los no pluripatológicos de diuréticos del asa (40,3 % frente a 17 %; p<0,001) y de anticoagulantes (16,7 % frente a 5,7 %; p<0,01), mientras que el consumo de AINEs fue mayor en sujetos no pluripatológicos (14,9 % frente 4,2 %; p<0,05) que en los pluripatológicos. El consumo de antiagregantes, betabloqueantes, hipoglucemiantes, opioides e insulina fue superior en los pacientes pluripatológicos, aunque sin alcanzar significación estadística.

 

 

DISCUSIÓN

 

Nuestros resultados muestran que la gran mayoría de los pacientes polimedicados de nuestro Centro de Salud utilizan fármacos incluidos en el listado MARC. Los más prescritos fueron los antiagregantes, benzodiazepinas, hipoglucemiantes orales, betabloqueantes, diuréticos del asa, opioides y AINE. Hay un menor uso de otros fármacos de alto riesgo como anticoagulantes e insulina que tienen un elevado potencial de ocasionar graves consecuencias.

 

No tenemos constancia de la existencia de estudios previos que cuantifiquen el uso de los fármacos incluidos en el listado MARC en pacientes polimedicados en el ámbito de la Atención Primaria, por lo que no se pueden establecer comparaciones. Sin embargo sí existen estudios que utilizaron otros métodos explícitos para verificar existencia de prescripciónes potencialmente inapropiadas (PPI), como son los criterios STOPP (Screning Tool of Older Person´s Prescriptions) y START (Screning Tool to Alert doctors to Right Treatment)15. Dichos criterios se han impuesto como criterios de referencia en el ámbito europeo16, mientras que los criterios de Beers17 actualizados en 201218 han sido asumidos como oficiales por la American Geriatrics Society. Los criterios STOPP/START, actualizados en 201419, se han utilizado en un amplio número de estudios y han mostrado una elevada prevalencia de PPI, siendo mayor en las residencias (48 - 79 % y 29 - 74 %) que en hospitales de agudos (25 - 58 % y 31 - 57 %) y en la comunidad (21 - 51 % y 20 - 54 %)16 (en criterios STOPP y START respectivamente). Aunque la prevalencia de PPI (mediante los criterios STOPP) es algo menor en España que a nivel internacional, destacan a nivel nacional como más frecuentes las benzodiazepinas de vida media larga20-24, empleo de ácido acetilsalicílico sin indicación22,23 y otros fármacos sobre el sistema cardiovascular20,25. No sucede lo mismo en los criterios START a nivel comunitario que es menor en Europa (0 - 26 %) que en España (20 - 54 %), siendo los fármacos del sistema endocrino los más frecuentes20,24,26, junto a la omisión de suplementos de calcio y vitamina en pacientes con osteoporosis conocida22,24. No se ha verificado en este estudio la adecuación de las prescripciones en los pacientes polimedicados, por lo que no se pueden efectuar comparaciones con los estudios anteriormente reseñado pero sí se ha observado que los antiagregantes, incluido el ácido acetilsalicílico, y las benzodiazepinas son los grupos terapéuticos más empleados en nuestros pacientes polimedicados. El análisis de la adecuación terapéutica en este grupo de pacientes podría ser objeto de otro estudio posterior.

 

Llama la atención que el grupo de fármacos más ampliamente empleado en los pacientes polimedicados de la zona de salud sea el de los inhibidores de la bomba de protones (casi cuatro de cada cinco pacientes polimedicados los toman). No están incluidos en el listado MARC, pero podríamos preguntarnos si casi todos los pacientes polimedicados, por el simple hecho de serlo, tendrían una clara indicación de uso. Es un grupo de fármacos que se emplean ampliamente sin una clara indicación si aplicamos el criterio F.3 STOPP que dice: “IBP para la enfermedad ulcerosa péptica no complicada o la esofagitis péptica erosiva a dosis terapéuticas plenas durante más de 8 semanas”. Esta ausencia de indicación se mostró en el estudio de García-Gollarte et al24, observando un 52 % de uso inapropiado de inhibidores de la bomba de protones al ingreso en residencias, por lo que habría que considerar la adecuación terapéutica de este grupo de fármacos.

 

En nuestro estudio se observó que más de una cuarta parte de los sujetos polimedicados eran considerados como pluripatológicos, aunque esto se puede explicar por las características de la muestra seleccionada, pues la prevalencia del paciente pluripatológico en Atención Primaria se puede estimar en el 1,38 % de la población general o un 5 % en mayores de 65 años27, y en áreas de Medicina Interna suponen el 38,9 % de los ingresos/ mes14 y el 32,5 % de los pacientes ingresados en una Unidad de Hospitalización a Domicilio28.

 

Hay que tener en cuenta unas limitaciones en el estudio: la primera, el listado de pacientes ha sido el que periódicamente remite el SESCAM y que aunque llega con un cierto retraso es el único disponible. La segunda es la calidad del registro en la historia clínica electrónica que ha podido condicionar la patología reflejada en la misma. Finalmente hay que considerar que al tratarse de datos locales puede existir limitación en la validez externa de los mismos.

 

Considerando al paciente pluripatológico como una población vulnerable, frágil y compleja en su tratamiento hay que resaltar la importancia de evaluar la adecuación del tratamiento, mediante una estrategia combinada de métodos implícitos y explícitos21, considerando que la casi totalidad de los pacientes pluripatológicos medicados están expuestos a interacciones medicamentosas, requiriendo el 60 % de ellas alguna intervención29.

 

Como conclusión debemos indicar que es aconsejable la realización de un adecuado seguimiento farmacológico de los pacientes crónicos y/o pluripatológicos, considerando la conciliación de la medicación, y de modo especial en las transiciones asistenciales.

 

 

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